El pasado jueves 21 de enero fui a la presentación de la novela de David Foenkinos titulada
Charlotte. En ella explica la historia de Charlotte Salomon, una joven chica alemana de origen judío que se vio obligada a exiliarse a Francia tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. ¿Y qué tenía esta chica para que el gran Foenkinos se haya fijado en ella? Pues su particular sensibilidad por la pintura, que le servía de terapia para afrontar aquellos tiempos de guerra. Tal y como explica él en el evento, uno de los rasgos que más le llamó la atención sobre Charlotte fue la incapacidad de vivir su propia vida, ya fuera por su condición religiosa o por su compleja personalidad.
El Institut Français de Barcelona acogió este acto como inicio de una serie de rendez-vous, que se llevarán a cabo a lo largo de este año 2016, con escritores franceses de renombre. Se celebró en la biblioteca, un lugar que se quedó pequeño para la cantidad de curiosos, amantes de la literatura francesa, que se dieron cita. Pocos minutos antes de empezar, David se encontraba fuera de la biblioteca, algo impaciente por comenzar y sorprendido por las altas medidas de seguridad del recinto. Tras los últimos atentados de París, el Institut Français se ha visto obligado a instalar un escáner para bolsos y mochilas, además de un detector de metales. Ante esta situación, el escritor utilizó su vena cómica para decir algo como "parece el aeropuerto" esbozando una sonrisa.
Para mí era la primera vez que asistía a la presentación de un libro y ganas nunca me han faltado. Es algo que siempre he querido hacer y realizarlo con un escritor de renombre internacional, todavía endulza más el momento. En un principio el encuentro iba a ser en francés con traducción simultánea, pero desconozco el motivo por el cual se optó por no interpretar. En mi caso, fue un esfuerzo extra el que tuve que realizar ya que debía afinar mi comprensión oral en francés. Tras 8 horas en la oficina, me resultó una tarea algo ardua, pero también es verdad que no podía perderme una ocasión como ésta.
Tras una breve descripción recapitulativa de sus trabajos, empezó la entrevista, en la que él explicó el por qué quiso escribir sobre Charlotte Salomon y cómo desarrolló su proceso creativo. Lo que aprendí de esta presentación fue la naturalidad que pienso que todo escritor debe tener. Es cierto que hay rasgos que siempre nos diferenciarán, pero la naturalidad es una cualidad que debe existir en el alma de un escritor. Me pareció también asombroso el gran sentido del humor de Foenkinos y cómo se prestaba a cualquier actividad que las dos personas que conducían el evento le sugerían.
Siempre había pensado, desde mi conocimiento, que los escritores eran personas que escribían sobre la sociedad sin ser partícipes de ella. Me refiero a que me daba la impresión que ellos vivían por encima de todos nosotros como meros testigos de lo que sucede en nuestras vidas.
Fue gracioso ver como el Institut Français había ideado una entrevista divertida y dinámica, dejando que el público asistente fueran también protagonista del acto. Dieron la posibilidad de de preguntar al entrevistado y realizaron un pequeño juego en el que David debía hablar sobre un tema específico, que previamente había elegido al azar. Gracias a esto, pudimos conocer la otra cara del escritor, el cual por ejemplo, en todas sus obras, a raíz del éxito que tuvo su primera novela en el que dos polacos son los protagonistas, aparecen siempre en todas sus novelas dos personajes de esa nacionalidad. Uno de mis futuros ejercicios será releer La delicadeza, novela con la que conocí al autor, y descubrir qué dos polacos aparecen en ella. Es curioso porque, tal y como dijo uno de los asistentes, a los catalanes se nos llama polacos. ¿Serán cosas del destino?
También pudimos saber que su lugar preferido para escribir es a bordo de un tren. No es de extrañar que dé saltos de alegría cada vez que debe tomar el tren desde París hasta alguna localidad del sur de Francia. Él mismo contaba que él, a diferencia de otros colegas de su profesión que tenían su propio despacho donde pasar horas y horas escribiendo, prefería el suave traqueteo del ferrocarril.
David Foenkinos explicó que su novela estaba teniendo una gran acogida en su país, al igual que en Alemania, país natal de la protagonista de su novela, donde era un personaje totalmente desconocido. Gracias a su novela, el público ha podido conocer las obras de esta pintora de gran talento que dejó en herencia todas sus composiciones a su médico de confianza con la desgarradora frase "es toda mi vida".
Igual que ya sucedió con su anterior éxito La delicadeza, ya está trabajando en la producción cinematográfica de su actual novela. Hubo alguna pregunta en relación a quién encarnaría a Charlotte, si sería de nuevo Audrey Tautou con quien colaboró en La delicadeza, pero él reveló que la actriz protagonista sería una chica bastante joven ya que así lo requiere el personaje. Tan bien se sintió en la entrevista, que se mostró abierto a estar presente en el preestreno de su película en el Institut Français, con un pausado y divertido avec grand plaisir.
Esta primera experiencia sin duda me ha dejado con ganas de más, tal es así, que espero no tardar en volver a acudir a otra presentación de una novela. Quizá es mucha información para ser la primera vez que asisto a una, pero he sentido que debía exprimir toda la información en este post.