Se trata de una novela que catapultó a la fama a esta escritora nigeriana valedora de varios premios internacionales y voz activa del colectivo feminista y africano. Es la segunda novela que leo de esta autora, la primera, Americanah, supuso para mí un descubrimiento de sus dotes literarias. Me sorprendieron su franqueza y la fuerza que transmitía su mensaje: nadie dijo que la vida en Estados Unidos fuera fácil y menos para una inmigrante africana de cabello natural. Americanah marco en mí una nueva etapa de descubrimiento de mis orígenes y también impulsó mis ganas de volver a escribir. Por estas razones decidí apostar por la lectura de otra de sus novelas escasos meses después de finalizar la primera.
Medio Sol Amarillo explica la vida antes y durante la Guerra de Biafra de varios miembros de una misma familia en que las hermanas Olana y Kainene tienen encuentros y desencuentros y sus parejas, Odenigbo y Richard, intentan encontrar su destino dentro del nuevo escenario. Entre todos estos conflictos a mi modo de ver, sobresale la figura de Ugwu un chico contratado por Odenigbo para que sea su asistente de hogar y que le vemos evolucionar página tras página. Se trata de un elemento clave de la novela ya que es una especie de segundo narrador capaz de descifrar los sentimientos del resto de protagonistas.
Una de las cosas que me animó a leer esta novela también es el hecho que la historia transcurre en Nigeria y que trata el espinoso tema de la Guerra de Biafra. Antes de leer la historia mis conocimientos sobre el conflicto bélico eran bien escasos. Es una contienda que sucede entre los años 1967 y 1970 en el sureste del país en que lucharon las fuerzas biafreñas (de etnia igbo) por su independencia contra Nigeria (de otras etnias como podían ser los yoruba y los hausa), que deseaba la no separación de esa región. En Medio Sol Amarillo a parte de conocer las vidas de sus protagonistas y los cambios que sufren, se relatan los estragos causados por el conflicto armado como fueron el desabastecimiento, las informaciones cruzadas, la matanza de miles de civiles y el ferviente patriotismo de los participantes en la guerra. Personalmente me resultaba difícil imaginar que hace no muchos años en el país del que soy originaria se vivieron este tipo de escenas y que mi familia probablemente sufriera sus consecuencias muy de cerca.
Recomiendo esta novela encarecidamente a aquellas personas que quieran conocer más atentamente una de las guerras que marcó el porvenir de África durante el siglo XX tras la independencia colonial de Gran Bretaña. La cantidad de detalles que se dan del día a día antes y después del conflicto revelan la gravedad del asunto y la intervención de países vecinos y del primer mundo, los cuales abastecieron de armamento y ánimo a ambos bandos. Se trata de una lectura obligada para aquellos que deseen saber el lado más humano de la guerra, el de sus muertos y sus desplazados y sus vidas rotas por otra gran barbarie perpetrada por el hombre.
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