The tree lies about your age




When I was a little girl I used to do many projects for school, but non touched me like planting a seed inside a glass jar cushioned with small little pieces of cotton. My teacher Glenda told us we would be like little gods bringing to life trees that in the future would be planted at the West Forest which suffered a huge fire four years ago.

At that time I thought only God and ladies could give birth. So you can imagine how I felt when I explained at home I was having  baby tree by myself. I was full of enthusiasm and craziness for something my parents couldn't understand: me a mother of an astonishing tree of the forest. After planting I remember to pray every day for my wise tree. I gave him the right amount of water, not too much and not too little. One week later my tree woke up and I was happy to see his fresh green leaves.

And many days and weeks passed and my baby was growing faster and faster. My parents thought it was a good idea to change his little house into a flowerpot in our garden, That used to be his place until the day our teacher Glenda told us the West Forest was waiting for him. She explained to the pupils the soil's quality was much better at this place and that we could see our baby trees whenever we wanted. The time to say goodbye arrived and I was bursting into tears, my tree was being taken away from me. My parents were sad about my feelings because I thought that it was the end, but fortunately it was only the very beginning of our close relationship. Transplanting was an excellent decision. He was in the middle of thousands and thousands of trees, that was what a forest suposed to be. Since then West Forest became the place where I celebrated my birthday parties and part of my wedding photographs were done embracing my tree.

Many times I explain this little story to my friends when we go to visit him and they always say 'hey the tree lies about your age' meaning I look younger compared to my strong and great fellow tree. I always think we have a special connection that comes from out of this world, I belive that until the end of my days we will only be one.


Inspirado en The three lies about your age de Sean Si




Cuando nadie hable de nosotras



Fue un día de primavera del año setenta y dos cuando todo empezó, en ese momento, el mundo no cambió, pero nosotras sí. Hasta ese momento éramos una sociedad moderna, a la vanguardia del conocimiento y ejemplar a ojos de Occidente. Quién nos iba a decir a nosotros que este período de esplendor daría paso a décadas de religiosidad y recogimiento en nuestro hogar. El día que los imanes tomaron el poder por sorpresa nos encontrábamos en nuestra segunda residencia y tras el anuncio del giro drástico del gobierno, decidimos volver a casa. Las noticias que llegaban en aquel momento eran muy confusas por ello dejamos todo tal cual, incluso el cuaderno de recetas de la abuela, que siempre se guardaba a buen recaudo, fue abandonado en la página de un rico pollo con ciruelas.

Nuestra sorpresa al llegar fue mayúsculo, fuimos convocados todos los vecinos a la plaza central donde el imán de nuestra mezquita se dispuso a dar el discurso que marcaría un punto de inflexión importante en nuestras vidas, sobre todo para las mujeres de la casa. Nada más llegar el ambiente se tensó bastante ya que nos separaron por sexos.

- ¿Señor qué hace? Estoy junto a mi marido, ¿hay algún problema? - pregunté al policía.

- Discúlpeme, pero según órdenes de la nueva autoridad debe separarse de su pareja, luego podrá reunirse con él al finalizar el discurso oficial - contestaba tirándome del brazo.

- ¿Y qué hay de mis hijos? Nos necesitan a los dos. Por favor, no nos separe - nuestro mayor miedo era no volvernos a ver y así fue.

 Las mujeres fuimos separadas de los hombres y estos fueron separados según sus ideales políticos. Aquellos que seguían a raja tabla los preceptos del islam seguirían vivos y se unirían a las fuerzas armadas, en cambio aquellos que llevaban una vida más díscola o liberal serían juzgados uno a uno sin importar la edad que tuvieran.

El tiempo pasó y finalmente los hombres de la familia poco a poco fueron desapareciendo, ya fuera por ser sentenciados a muerte o por la espera, murieron exhaustos tras días y días de interrogatorios y torturas. En poco tiempo mi marido, papá y mis dos hijos fueron perdiendo la vida y únicamente las mujeres persistimos a este gran dolor, al dolor de perder nuestros seres queridos en tan poco tiempo, al dolor de no ver un futuro claro para nuestra descendencia.

- Lo he perdido todo y no quiero que las mujeres cabemos nuestra tumba también - decía mi madre. Ella era la que sin duda alentaba fuerzas a las demás para resistir y seguir adelante sin importar el cómo.

- Esto no puede quedar así, debemos hacer algo - comentaba una y otra vez mi cuñada al leer la prensa oficialista y sus nuevos decretos de inmediata aplicación -. Están matando a nuestros hombres y destruyendo así nuestras vidas. Las próximas seremos nosotras, de eso estoy segura. 

- Debemos resistir para honrar la memoria de nuestros muertos, clamamos venganza y eso es lo que tendrán, nadie tiene derecho a quitarnos la vida y a despreciarnos de esa manera - intentaba convencerles de que la rebelión podría devolvernos parte de lo que los imanes nos quitaron, nuestra libertad.

Desde entonces iniciamos pequeñas reuniones con más mujeres del barrio en forma de terapia para apoyarnos las unas a las otras. Estas poco a poco fueron convirtiéndose en asambleas donde se decidía quién iba a ser el siguiente, el que saciara el odio que llevábamos dentro. Con pasado, pero sin presente ni futuro, ¿qué alternativa teníamos? No teníamos nada que perder así que los asesinatos prosiguieron sin que los oficiales pudieran detenernos. Sus teorías iban mal encaminadas, pensaban que éramos unos mercenarios contratados por la minoría política que todavía resistía las embestidas del gobierno, pero la verdad es que ellos huyeron hace bastante tiempo a Estados Unidos. ¡Incluso los periódicos se hicieron eco de nuestras acciones! Algunas de nuestras colaboradoras escribían en nuestro nombre y luego enviaban nuestros manifiestos a los rotativos con nuestras reivindicaciones.

Cuando nadie hable de nosotras sabrán que dimos nuestros cuerpos a nuestra patria y nuestras almas a nuestros ideales. Cuando nadie hable de nosotras verán en nuestro país un destello de esperanza de aquello que quisimos ver en vida, pero que no será posible hasta después de nuestra muerte. 

El valor de la emprendeduría social

Photo credit: Steve Corey O.O.T. via Foter.com / CC BY-NC


La emprendeduría es un valor que cada vez está más en alza como consecuencia de la crisis económico-social que llevamos arrastrando desde hace muchos años a nivel mundial, para muchos es el remedio a nuestro descontento  generalizado con la situación laboral actual. Como todo, el concepto de emprendedor se va matizando a lo largo del tiempo y se van creando tendencias con la intención de quedarse. Este es el caso de la emprendeduría social, que en España todavía no ha calado todavía con fuerza, pero que sí lo está haciendo en países anglosajones y teniendo consecuencias positivas en la sociedad.

Para aquellos que no estéis familiarizados con esta nueva tendencia os dejo una serie de apuntes importantes:

Actualmente hay empresas que se implantan en países en desarrollo para forjar un beneficio económico y que la sociedad se aproveche de esta circunstancia en forma de mejoras en su calidad de vida. El punto clave de la emprendeduría social es aportar bienestar a la sociedad, si no existe este principio indispensable no podemos referirnos como tal a este concepto tan social y tan de moda.

Por lo que a mí respecta, me encantaría formar parte de  una organización de este tipo, creo que de todas las definiciones del ser emprendedor es la que más se adaptaría a mi forma de concebir las cosas. Me encantaría poder ayudar de cerca a colectivos con alguna necesidad que se pudieran paliar gracias a la intervención de una empresa creada por mí y dirigida a ellos. Ojalá esta idea deje de ser un sueño y se haga realidad algún día. 



I want the moon and a dessert spoon!

Photo credit: Luz Adriana Villa A. via Foter.com / CC BY
Photo credit: Luz Adriana Villa A. via Foter.com /CC BY


I want the moon and a dessert spoon,
Love and a forbidden kiss
I want the sun and my gorgeous bun,
Respect and a deserved bow
I want Mars and a life plenty of scars,
Memories and people to share them with

All I want is the moon and my dessert spoon!

Medio Sol Amarillo de Chimamanda Adichie



Se trata de una novela que catapultó a la fama a esta escritora nigeriana valedora de varios premios internacionales y voz activa del colectivo feminista y africano. Es la segunda novela que leo de esta autora, la primera, Americanah, supuso para mí un descubrimiento de sus dotes literarias. Me sorprendieron su franqueza y la fuerza que transmitía su mensaje: nadie dijo que la vida en Estados Unidos fuera fácil y menos para una inmigrante africana de cabello natural. Americanah marco en mí una nueva etapa de descubrimiento de mis orígenes y también impulsó mis ganas de volver a escribir. Por estas razones decidí apostar por la lectura de otra de sus novelas escasos meses después de finalizar la primera.

Medio Sol Amarillo explica la vida antes y durante la Guerra de Biafra de varios miembros de una misma familia en que las hermanas Olana y Kainene tienen encuentros y desencuentros y sus parejas, Odenigbo y Richard, intentan encontrar su destino dentro del nuevo escenario. Entre todos estos conflictos a mi modo de ver, sobresale la figura de Ugwu un chico contratado por Odenigbo para que sea su asistente de hogar y que le vemos evolucionar página tras página. Se trata de un elemento clave de la novela ya que es una especie de segundo narrador capaz de descifrar los sentimientos del resto de protagonistas.

Una de las cosas que me animó a leer esta novela también es el hecho que la historia transcurre en Nigeria y que trata el espinoso tema de la Guerra de Biafra. Antes de leer la historia mis conocimientos sobre el conflicto bélico eran bien escasos. Es una contienda que sucede entre los años 1967 y 1970 en el sureste del país en que lucharon las fuerzas biafreñas (de etnia igbo) por su independencia contra Nigeria (de otras etnias como podían ser los yoruba y los hausa), que deseaba la no separación de esa región. En Medio Sol Amarillo a parte de conocer las vidas de sus protagonistas y los cambios que sufren, se relatan los estragos causados por el conflicto armado como fueron el desabastecimiento, las informaciones cruzadas, la matanza de miles de civiles y el ferviente patriotismo de los participantes en la guerra. Personalmente me resultaba difícil imaginar que hace no muchos años en el país del que soy originaria se vivieron este tipo de escenas y que mi familia probablemente sufriera sus consecuencias muy de cerca.

Recomiendo esta novela encarecidamente a aquellas personas que quieran conocer más atentamente una de las guerras que marcó el porvenir de África durante el siglo XX tras la independencia colonial de Gran Bretaña. La cantidad de detalles que se dan del día a día antes y después del conflicto revelan la gravedad del asunto y la intervención de países vecinos y del primer mundo, los cuales abastecieron de armamento y ánimo a ambos bandos. Se trata de una lectura obligada para aquellos que deseen saber el lado más humano de la guerra, el de sus muertos y sus desplazados y sus vidas rotas por otra gran barbarie perpetrada por el hombre.

Tori Young

Photo credit: daverose259 via Foter.com / CC BY


Desde su ventana del barrio de Gracia respira aire limpio tras largas sesiones de yoga, nadie le dijo que emprender una nueva vida en Europa fuera fácil, pero tenía que intentarlo. Se sentía apagada, con poca perspectiva de mejora de su situación en Estados Unidos y decidió dar una vuelta de tuerca más a su vida. Dejó atrás sus seis años de experiencia en un famoso bufete de abogados que nada le aportaba para apostar por el yoga, una disciplina con la que empezó a la vez que sus estudios en la universidad. Su técnicia fue mejorando con el paso del tiempo hasta que finalmente descubrió en el Bikram yoga una vía de escape a su ajetreada vida.

El Bikram yoga consiste en la práctica de 21 asanas o posturas en condiciones extremas de cuarenta y un grados de temperatura y cuarenta por ciento de humedad. Vibraba con esas sesiones exigentes que le servían para dejar atrás esos días tan poco productivos en la oficina que tenían su recompensa con noventa minutos de práctica yóguica. Un buen día recibió muy buenos comentarios de su profesora que le propuso tomar cursos de impartición del Bikram, recibió de tan buen agrado la proposición que no lo dudó y pensó que sería una buena antítesis a su trabajo estresante del día a día.

Barcelona era el colofón final al cambio de aires que necesitaba y que había iniciado tras convertirse en profesora. La propuesta surgió en el propio centro donde practicaba, la escuela quería abrir un nuevo centro, esta vez en Europa, para expandir su área de influencia. No se lo pensó dos veces y aceptó el puesto, con ello dejó atrás su vida anterior definitivamente. Aquí en Barcelona podía ser otra, para ella no suponía empezar de cero sino desatar por fin la pasión que sentía por lo que hacía y que no era capaz de expresar en su tierra. Se sentía liberada de las raíces que le susurraban que el trabajo duro la haría feliz. En el esfuerzo solo encontró monotonía, inconformidad y deseos de cambio. Uno podía ver en sus expresiones que era una persona totalmente distinta con deseo de ser libre y vivir esta nueva experiencia. Las clases de yoga las impartía en horarios muy variables de mañana y de tarde que complementaba con su práctica diaria en el centro también y todavía le quedaba tiempo para tener un nuevo círculo de amigos que frecuentaba asiduamente y  para aprender nuevos idiomas, como eran para ella el castellano y el catalán. Sentía que el barrio de Gracia le aportaba un plus a su experiencia de vida , un lugar familiar a la vez que una alternativa. Lo mejor, su variedad cultural e independiente, olía a fusión de la vieja Europa y el Mediterráneo y lo peor, el ruido nocturno derivado de los bares abiertos hasta tarde que reducían sus horas de sueño y bienestar.

Ahora se encontraba en casa mirando por la ventana, viendo pasar a los traseúntes, tras una intensa jornada de yoga, mientras de fondo suena música de jazz y la lavadora centrifuga a ritmo de trompeta estridente. No le tenía miedo a nada y su corazón latía como nunca, por primera vez se sentía viva y tomaba las riendas de su destino que parecía estar más ligado al Mediterraneo que a la bahía del río Hudson.

La musa que hay en ti



Innumerable número de personalidades del mundo de la música, el arte y la literatura entre otros, han hecho uso de su imaginación, pero también de una figura inspiracional llamada musa. La definición de musa según la RAE es la siguiente:

Inspiración del artista o escritor

En el subconsciente colectivo está la imagen del artista falto de inspiración en busca de aquella mujer que le inspire, que le ayude a liberar las ideas que lleva dentro, parece que con una musa en la vida de un artista todo es más fácil. Tal y como tenemos en mente, el concepto de musa siempre ha sido una figura femenina pero ¿es que las mujeres no necesitan inspiración para crear? ¿Nunca han tenido un muso que las inspire?

Uno de los puntos que considero importantes es el papel de la mujer y su aportación a la cultura a lo largo de los siglos. Las mujeres siempre hemos sido relegadas al ámbito familiar, destinadas al  cuidado del hogar. Algunas han puesto su granito de arena culturalmente hablando bajo pseudónimos, otras dando la cara denostrando que nosotras también somos capaces de crear y entusiasmar al público.

A diferencia de los artistas masculinos, las féminas no hemos necesitado un muso (de hecho no existe ni siquiera el concepto en el diccionario). Hace unas semanas leí un artículo en el que se plasmaba la idea que la mujer no debe ir en busca de un personaje que la inspire, según el artículo, la mujer, a diferencia del hombre, lo único que debe hacer es creer en sí misma. Esa es la clave para que las mejores cualidades de las féminas salgan a flote. Creer en lo que elaboramos, en el trabajo diario y en nuestras ideas sin importar el qué dirán son factores totalmente atemporales y bien seguro que si los cuidamos nunca nos decepcionarán. 

En pleno siglo XXI el concepto de musa ha desaparecido y ahora parece que creer en uno mismo es el sistema más poderoso para llegar al éxito. Personalmente, provengo del mundo del deporte y el concepto de aumentar la autoestima aparece hasta en la publicidad de las  marcas de sport más conocidas. De verdad creo que hay un  momento en que nuestro cerebro cerebro hace click y nos vemos capaces de cualquier cosa, compararía esta sensación a cuando un deportista logra la mínima olímpica, años y años de esfuerzo que finalmente dan su fruto. Una vez que se llega a ese  nivel de excelencia física y emocional es difícil ver las cosas con el vaso medio vacío. Desde aquí os animo a que hagáis click y descubráis la infinidad de cosas que con tenacidad podéis lograr.

7 cosas sobre mí



Las personas saben que me llamo Oyidiya /oyidia/ u Oyi (no Oji, mi apellido), pero con saber eso no es suficiente para saber quien soy. Aquí va un listado de 7 cosas sobre mí que quiero que conozcáis:

Practiqué atletismo durante 11 años. De todos los puntos que voy a enumerar, puedo decir con seguridad que es la faceta más conocida de mí. Llegué a ser medallista en campeonatos de Cataluña y España en disciplinas tan variadas como los 100, 200, 400, relevos 4x100 y 4x400. Mi mayor hazaña: haber formado parte de la selección española.

Durante la etapa escolar gané varios premios de escritura y de dibujo. De pequeña me encantaba sobre todo leer y escribir, de hecho, incluso todavía presumo de ser socia de la biblioteca desde los 6 años.

Se me da bien cantar, al menos en la ducha, y en juegos tipo Singstar o karakoke. He llegado a quedar con amigos, jugar una partida y marcharme a casa en plan "tratad de superarme".

Una vez suspendí Educación Física. Pasó en quinto o sexto de primaria, cuando mi profesor, Denis, me suspendió para que aprendiera a participar en todas las actividades propuestas, no sólo en aquellas que me interesaban.

Mi nombre es de origen igbo y significa "la mujer que se parece a su marido". Desde un punto de vista europeo puede parecer el peor de los no nombres, de cáliz  machista. Por suerte, mi nombre no se creó para agradar a la sociedad occidental y quiero pensar que mi nombre quiere hablar de la complementariedad de la pareja, el respeto y la igualdad.

Estoy tratando de aprender Ilocano por mi cuenta. Se trata de una lengua del norte de Filipinas que lo hablan más de 7 millones de personas en provincias como Ilocos norte, Ilocos sur y la montañosa Abra, de donde es mi madre.

Actualmente compagino la lectura de dos libros muy interesantes. El primero es Medio sol amarillo de Chimamanda Adichie sobre la guerra de Biafra y el segundo, El arte de la guerra de Sun Tzu, nunca en tan pocas páginas se dijo tanto de los conflictos bélicos y de cómo afrontarlos.

Ma voile



Elle est grande et mince, si merveilleuse...! Elle aime faire ses affaires sans personne lui dire, seulement pour son deli. Son inconmensurable collègue la parsuit partout. Sa amie la fait sourire, se sentir soulagée mais aussi inquiète et sans avenir quand elle se mets en colère.

Je voudrais qu'elles se fondent dans une embrasse infini où il y avait mon seul témoignage valide. Il me rend fou regarder comment deux grandes solitaires voyagent ensemble par premier et dernier fois. La côte est notre but et notre destin dans une ambiance difficile.  Ma voile et la mer, mes seules compagnons de voyage. J'étais surprise de trouver quelqu'un au milieu du chemin, maintenant je prends soin de lui. Nous sommes alors deux personnes, deux aventuriers qui  cherchent l'impossible: faire devenir la mer et ma voile notre maison. J'espère trouver demain l'île qui fera rancontrer ma bonheur mais cette fois j'y serai pas toute seule!




Sorpresas del fin de semana



El fin de semana anterior decidí aprovechar que me había levantado pronto para visitar un centro comercial que se encuentra a escasos metros del estadio del Espanyol. Mi objetivo era comprar unas bambas urbanas negras que vi la semana anterior y que estaban bien de precio. 

Quería aprovechar también, ya que estaba ya allí, para mirar con calma las rebajas, que desde hacía días había empezado e ir a las diez de la mañana podía propicar alguna que otra compra más. Lo primero que hice pues, fue entrar a un par de tiendas de moda para ver qué oportunidades ofertaban. Todo apuntaba a que podría hacer buenas compras el pasado sábado con poca gente, la ropa estaba bien ordenada y no había colas para los probadores o la caja. 
Los vigilantes de seguridad en ambos establecimientos se encontraban en la entrada como es habitual, pero qué casualidad que, nada más entrar, los de seguridad se pusieron en alerta y empezaron a seguir mis pasos, en los dos casos a varios metros de mí, como si fuera una ladrona. ¿Era por mi forma de vestir? ¿Por mi forma de actuar?

La verdad es que no sé si iban en busca de romper su aburrida rutina de no vigilar a nadie, pero me sentí muy incómoda en ambas ocasiones, que encima sucedieron una detrás de la otra. No ha sido la primera vez que he sufrido este tipo de despropósitos simplemente por tener un tono de color "más alegre" que el resto, pero me repatea que siga sucediendo esto en pleno siglo XXI. ¿A caso no son sus móviles coreanos o americanos, sus cafés colombianos o su ropa de bangladesh o china? ¿Por qué no es posible aceptar a la gente, tal y como hemos aceptado la procedencia de los objetos que nos rodean? 

En mi opinión, creo que la raíz de todo reside en la falta de cultura, en inculcar que lo diferente es malo y que lo nuestro, si funciona, ya está bien. La sociedad está cambiando y ante eso sólo podemos estar preparados para abrazar aquello que hasta entonces era desconocido, sólo de esta forma las personas crecerán interiormente.





Reflexiones sobre Todo se desmorona de Chinua Achebe



Chinua Achebe (1930-2013) es un escritor de origen nigeriano que se crió en la ciudad de Ogidi, centro de evangelización anglicana del este de Nigeria, y licenciado en la Univeristy College de Ibadán.Siempre tuvo especial interés por la cultura igbo (pueblo al cual pertenece) y por la religión. Esta fascinación pronto se vió reflejada en su primera novela Todo se desmorona concebida para contextualizar la llegada del hombre blanco al poblado de Umuofia.
En ella se relata, sin ningún tipo de rencor a la colonización, como Okonkwo un apuesto joven integrante de la tribu igbo lucha por ser un hombre destacado en su sociedad y cómo se ve relegado a un segundo plano tras la llegada del hombre blanco a lomos de su bicicleta.

De esta novela ha vendido nada más y nada menos que diez millones de ejemplares y ha sido traducido a más de cincuenta idiomas. Es considerado el primer libro que pone por escrito las tradiciones culturales de una tribu africana visto desde un punto de visto no colonial, tanto es así que su novela se estudia en los colegios africanos. En el continente se le considera el padre de la literatura de ese continente. Tras él vinieron muchos más que ilustraron la realidad de la región, pero Chinua Achebe no hay más que uno.

Mi interés por esta novela proviene de mi curiosidad por descubrir mi raíces, siendo de padre nigeriano sentía la necesidad de conocer un poquito más de mí y de lo que supone formar parte de la tribu igbo. Por suerte existe la literatura, para abrirnos la mente. Descubrí en la literatura de Chinua Achebe algunos de los pilares esenciales de su cultura como pueden ser la familia, la comunidad, el papel que el individuo tiene en la sociedad y las tradiciones ancestrales. Gracias a Todo se desmorona entendí más el carácter de mi padre y la esencia de la cultura igbo, que despertó en mí todavía más curiosidad. 

Tengo que decir que también otras dudas sugieron y que pude aclarar gracias a mi profesor de francés, Ibra que le dio un enfoque distinto a las reflexiones que extraje del libro. Estas conclusiones las he ido apuntando brevemente en mi cuaderno de escritura y he decidido publicarlas poco a poco en mi blog, idea que ya tenía en mente pero que tras mi viaje a Filipinas lo dejé en segundo plano.
Mi idea es escribir un post para cada una de las reflexiones sacadas de la novela y de la cultura africana en general con el objetivo de narrar la realidad desde el punto de vista más africano posible, tal y como hizo Chinua a lo largo de su vida como escritor.


Take the path less travelled



The path less travelled, that's where nobody wants to go unless we know for sure (for certain) there's something great waiting for us on the other side.

You need to be brave, courageous and determined to do what nobody has done before. Do you have the guts to do it? Because I do! I accept my path will finish if I want it to, but what if I don't? What's waiting out there? Curiosity, experience and willingness are waiting for me, the perfect triangle so I can become the new me surrounded by knowledge and uncertainty at the same time. Because nobody said pioneers came back safe from their trip. I wish I  can be brave enough to put aside my pride and start learning from the very beginning like when I was a child.

Travelling is much more than when, where and how much: in my equation there are things like willingness, eagerness and relax  but also chaos, newbies and much more situations to overcome. Let's see what our path can show me, let's see what your path can teach me.


No me contestó, solo se encogió de hombros y señaló un punto en el mapa...



No podía ser nuestro destino más al azar: Sulawesi. Más de mil kilómetros separaban nuestra localización actual de nuestro nuevo reto. Nos encontrábamos en aquellos momentos en Abra, una montañosa región del norte de Filipinas, cuando Miguel abrió el mapa y decidió que deberíamos hacer un viaje en globo a lo grande. Qué decir tiene que no tuve ninguna influencia en su decisión, simplemente me dejé llevar como otras veces hice.

- ¿Estás seguro de que quieres ir en globo hasta Sulawesi? - le pregunté para que se diera cuenta que era una locura improvisar una expedición así a Indonesia. Ya verás como acabaremos perdidos en algún manglar espeso. ¿Por qué siempre tenemos que improvisar?

- Adoro improvisar, ¿a ti no? - preguntó Miguel sobresaliendo de sus labios una sonrisa socarrona. Te prometo que esta vez será diferente - y fue absolutamente diferente.

Iniciamos nuestro viaje a las siete de la mañana del sábado en La Cordillera. Desde allí arriba podíamos divisar los animales de granja que poseían los aldeanos de la zona. Mi compañero estaba más convencido que nunca de que esta iba a ser la definitiva, de hecho, llevaba ya tres anteriores intentos diciendo lo mismo y en aquellas ocasiones topamos irremediablemente con algún escollo que hacía imposible imposible proseguir nuestro viaje ya fueran tormentas, aludes, permisos de manejo del globo caducados... No faltaba nada en nuestra lista desgracias.

Por suerte Sulawesi fue una excepción digna de ser contada. El lugar nos maravilló y enmudeció, no pensamos que la isla podría ser tan viva y diversa. El entorno nos hipnotizó y ella nos proporcionó la hospitalidad de sus gentes. Nunca señalar el mapa seguido de un encogimiento de hombros fue tan mágico y especial.


El primer dandy de Brazzaville



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Por fin la Segunda Guerra Mundial había acabado. Serge no podía recibir con más alegría tan buena noticia. Para él significaba la vuelta a casa, a su amada Brazzaville. Como él, muchos habían sido reclutados en su localidad natal para apoyar al ejército francés en la Segunda Gran Guerra. Tenían la esperanza que, al volver a beber las aguas del río Congo, serían recibidos por sus vecinos como verdaderos héroes de guerra.

Eso sí antes de dejar París, Serge compró una serie de objetos que a partir de aquel instante formarían parte de su ser. Adquirió los más distinguidos trajes de los mejores ateliers de la ciudad de la luz, como si quisiera convertirse en un gentleman, todo eso sin olvidarse de comprar el calzado más codiciado del momento: un par de Westons bien lustrosos de la talla 43.
Así fue como llegó vestido a su ciudad donde le esperaban sus familiares para fundirse en un gran abrazo.

 - ¿Vuelves de la guerra o de un desfile de alta costura? - le preguntó su padre sorprendido por el atuendo pintoresco de su hijo.

- Bien sabes que la guerra es un tema espinoso y, al acabar ésta, decidí darme un homenaje. ¿ Qué te parece?

- Pues que estás ridículo - respondió su madre, preocupada por si su vestimenta no había sido lo único que había cambiado en él.

En parte su madre, Madeleine, no iba mal encaminada. Ya no era el Serge que dejó la viva Brazzaville para combatir con la gran metrópoli, ahora era un joven victorioso y empapado de conocimiento de cómo ser un monsieur parisino. Ansiaba con todas sus fuerzas poder impregnar su ciudad del gran savoir faire francés. ¿Pero entenderían todos el por qué? - se preguntaba a menudo. Sabía que todo dependía de cómo defendiera su idea y decidió que la mejor opción sería poner en práctica su nueva filosofía de vida.

De esta forma es como empezó a deambular por las calles el pimer dandy de Brazzaville. Pasaba horas y horas delante del espejo, todo para vestir como un pincel. En todos y cada uno de sus atuendos nunca faltaban sus Westons, que simbolizarían su nuevo estatus de ciudadano ajeno a los dolores de su país. Vestía los mejores trajes franceses de la época, añadía siempre aquel toque de color que siempre ha caracterizado a la cultura africana. De esta manera, los negros y azules se entremezclaban con los alegres amarillos, naranjas y rosas.

No era de extrañar que sus vecinos le rebautizaran con el nombre de Monsieur Serge. A todos les sorprendía que un hermano quisiera vestirse como aquellos blancos que solo saqueaban el país.

- ¿Vistes así para sentirte superior a los demás? - le preguntaban sus vecinos a menudo. No hay que olvidar que Serge vivía en una casa sin luz ni agua corriente y que carecía de un trabajo estable.

- ¡Claro que no! - respondía Serge. Lo hago porque me hace sentir orgulloso de ser quien soy. Para mí, mi forma de vestir es mi medalla de guerra y, como tal, la exhibo con mucha dignidad.

Únicamente gozaba de un pequeño privilegio derivado de haber trabajado como funcionario durante algunos años antes de que empezara la guerra. El gobierno le concedía préstamos con los que poder pagarse sus extravagantes atuendos, pero ¿dónde tenían cabida formar una familia y tener solvencia económica?

Todos sus problemas dejaron de ser un dolor de cabeza el día que visitó la ciudad vecina, la capital, Kinshasha, donde vio que habían muchos más como él y que, sorprendentemente habían creado el movimiento de La Sape (Societé des Ambianceurs et de Personnes Élegantes), es decir, una sociedad en la que el culto a la apariencia y ser un caballero eran sus máximas premisas.

Acto de presentación de "Charlotte", el último libro de David Foenkinos



El pasado jueves 21 de enero fui a la presentación de la novela de David Foenkinos titulada Charlotte. En ella explica la historia de Charlotte Salomon, una joven chica alemana de origen judío que se vio obligada a exiliarse a Francia tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. ¿Y qué tenía esta chica para que el gran Foenkinos se haya fijado en ella? Pues su particular sensibilidad por la pintura, que le servía de terapia para afrontar aquellos tiempos de guerra. Tal y como explica él en el evento, uno de los rasgos que más le llamó la atención sobre Charlotte fue la incapacidad de vivir su propia vida, ya fuera por su condición religiosa o por su compleja personalidad.


El Institut Français de Barcelona acogió este acto como inicio de una serie de rendez-vous, que se llevarán a cabo a lo largo de este año 2016, con escritores franceses de renombre. Se celebró en la biblioteca, un lugar que se quedó pequeño para la cantidad de curiosos, amantes de la literatura francesa, que se dieron cita. Pocos minutos antes de empezar, David se encontraba fuera de la biblioteca, algo impaciente por comenzar y sorprendido por las altas medidas de seguridad del recinto. Tras los últimos atentados de París, el Institut Français se ha visto obligado a instalar un escáner para bolsos y mochilas, además de un detector de metales. Ante esta situación, el escritor utilizó su vena cómica para decir algo como "parece el aeropuerto" esbozando una sonrisa.

Para mí era la primera vez que asistía a la presentación de un libro y ganas nunca me han faltado. Es algo que siempre he querido hacer y realizarlo con un escritor de renombre internacional, todavía endulza más el momento. En un principio el encuentro iba a ser en francés con traducción simultánea, pero desconozco el motivo por el cual se optó por no interpretar. En mi caso, fue un esfuerzo extra el que tuve que realizar ya que debía afinar mi comprensión oral en francés. Tras 8 horas en la oficina, me resultó una tarea algo ardua, pero también es verdad que no podía perderme una ocasión como ésta.

 Tras una breve descripción recapitulativa de sus trabajos, empezó la entrevista, en la que él explicó el por qué quiso escribir sobre Charlotte Salomon y cómo desarrolló su proceso creativo. Lo que aprendí de esta presentación fue la naturalidad que pienso que todo escritor debe tener. Es cierto que hay rasgos que siempre nos diferenciarán, pero la naturalidad es una cualidad que debe existir en el alma de un escritor. Me pareció también asombroso el gran sentido del humor de Foenkinos y cómo se prestaba a cualquier actividad que las dos personas que conducían el evento le sugerían. 
Siempre había pensado, desde mi conocimiento, que los escritores eran personas que escribían sobre la sociedad sin ser partícipes de ella. Me refiero a que me daba la impresión que ellos vivían por encima de todos nosotros como meros testigos de lo que sucede en nuestras vidas.

Fue gracioso ver como el Institut Français había ideado una entrevista divertida y dinámica, dejando que el público asistente fueran también protagonista del acto. Dieron la posibilidad de de preguntar al entrevistado y realizaron un pequeño juego en el que David debía hablar sobre un tema específico, que previamente había elegido al azar. Gracias a esto, pudimos conocer la otra cara del escritor, el cual por ejemplo, en todas sus obras, a raíz del éxito que tuvo su primera novela en el que dos polacos son los protagonistas, aparecen siempre en todas sus novelas dos personajes de esa nacionalidad. Uno de mis futuros ejercicios será releer La delicadeza, novela con la que conocí al autor, y descubrir qué dos polacos aparecen en ella. Es curioso porque, tal y como dijo uno de los asistentes, a los catalanes se nos llama polacos. ¿Serán cosas del destino?
También pudimos saber que su lugar preferido para escribir es a bordo de un tren. No es de extrañar que dé saltos de alegría cada vez que debe tomar el tren desde París hasta alguna localidad del sur de Francia. Él mismo contaba que él, a diferencia de otros colegas de su profesión que tenían su propio despacho donde pasar horas y horas escribiendo, prefería el suave traqueteo del ferrocarril.

David Foenkinos explicó que su novela estaba teniendo una gran acogida en su país, al igual que en Alemania, país natal de la protagonista de su novela, donde era un personaje totalmente desconocido. Gracias a su novela, el público ha podido conocer las obras de esta pintora de gran talento que dejó en herencia todas sus composiciones a su médico de confianza con la desgarradora frase "es toda mi vida".

Igual que ya sucedió con su anterior éxito La delicadeza, ya está trabajando en la producción cinematográfica de su actual novela. Hubo alguna pregunta en relación a quién encarnaría a Charlotte, si sería de nuevo Audrey Tautou con quien colaboró en La delicadeza, pero él reveló que la actriz protagonista sería una chica bastante joven ya que así lo requiere el personaje. Tan bien se sintió en la entrevista, que se mostró abierto a estar presente en el preestreno de su película en el Institut Français, con un pausado y divertido avec grand plaisir.

Esta primera experiencia sin duda me ha dejado con ganas de más, tal es así, que espero no tardar en volver a acudir a otra presentación de una novela. Quizá es mucha información para ser la primera vez que asisto a una, pero he sentido que debía exprimir toda la información en este post.

El último beso




Siento escalofríos cada vez que recuerdo el día que huí de aquella escalofriante situación. No hay momento en el que mis anhelos retomen de forma oportuna a mi vida. La cuestión es que salí de ese embrollo, como muchos realizaron antes y después de mí. Aquí, en la tierra de las oportunidades somos considerados héroes, pero en mi país no somos más que traidores sedientos de venganza.

Nunca les perdoné que me obligaran a dejar mis seres queridos, esos que siempre estarán conmigo aunque ya no vivan para contarlo. Lo peor que a uno le puede ocurrir es navegar sin rumbo fijo dentro de un mar de ideas colosal que ni los grandes luchadores de todos los tiempos serían capaces de de vencer. Ese maremagnum de mis fuerzas interiores sólo podía ser controlado por mí, pero nunca he sido capaz de afrontar mi mayor temor que es sufrir otra guerra.

Dejé atrás todo lo que tenía: mi familia, mis amigos, mis esperanzas y mis temores. Estos elementos eran el motor de mi existencia y la de todos los que los que huimos. ¿Quién va a ser capaz de devolverme todo aquello? Lo que creo es que nada ni nadie podrá hacerme cambiar sobre el concepto que tengo del temor. Quien creó el temor debió ser alguien que nunca pudo dormir tranquilo, ¿a caso amedrentar debería ser una opción válida para conseguir nuestros objetivos? Me imagina a un hombre, posiblemente con doble vida, que por un lado debía tener una vida modélica, de ensueño y por el otro, alguien al cual le podía el poder, la codicia y la popularidad.

Un personaje de esta calaña fue quien destruyó las ilusiones de millones de personas de mi comunidad. Protegí a mi familia tan bien como me fue posible. Alistarme a las fuerzas contrarias al régimen no era una opción. Debía continuar con los míos y procurarles el menor sufrimiento posible. Considero que pensar que en tu país no hay oportunidades es el principio del fin de una nación. De donde yo vengo la opción de pensar más allá del mañana es imposible.

Todavía recuerdo la última vez que vi a mi madre. No soy capaz de olvidar aquel dulce y angelical beso que sirvió como emotiva despedida. Ese gesto fue la energía que necesitaba para no desistir en mi objetivo: el sobrevivir con dignidad. Por desgracia, fue también el último que recibí de ella, la guerra me la arrebató. Cayó ante el imperialismo propuesto por nuestro gobierno perenne y caduco a la vez. Me cuesta sobreponerme a la pérdida de mi ser más querido, aquel que me dio la vida y aquel que me alentó a ser yo mismo y soñar despierto.

Por todo lo que ella representa en mí, no me permito decaer, dar mi futuro por perdido y mucho menos luchar por rememorar de donde vengo y el sentido hacia donde quiero que mi país crezca.