Todo
empezó cuando oí aquel grito. Me despertó de aquel dulce sueño
que estaba viviendo. No me lo podía creer, por primera vez en mucho
tiempo, aunque fuera inconscientemente, rememoraba mi libertad:
corría, montaba en bici y cantaba. ¡Qué bellos recuerdos de una
infancia fugaz! Destruida por aquellos que quieren hacernos
enmudecer. Aquel grito me devolvía a la realidad, una que tantas
veces he querido poner fin, pero por aquellos que protestan, sigo
aquí.
Oyidiya Oji
Escritora y lectora de relatos. Igbo y abreña a la vez.
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