Photo credit: Lorianne DISabato via Flickr.com / CC BY-SA |
El pasado jueves 20 de abril se celebró en el marco del festival de literatura Kosmopolis un diálogo sobre la novela errante entre Teju Cole y Enrique Vila-Matas. La programación de este festival reúne diálogos, conferencias, proyecciones y tertulias entorno al mundo literario. Coincidiendo con Sant Jordi, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) ha celebrado este evento, una forma para mí de conocer a Teju Cole ganador del premio Hemingway / PEN en el año 2012 con su novela Open City.
Hace un par de semanas apunté en mi calendario esta fecha sin saber bien bien en qué consistiría esto de la novela errante y sin conocer ninguno de sus protagonistas. Debo reconocer que el hecho de conocer a un escritor nigeriano de cerca es lo que me motivó a acudir al evento. Iba a ir así, a ciegas, tras algo más de ocho horas de trabajo y dudosa de si merecía o no la pena acudir con el cansancio que llevaba encima. Así que acudí una vez más al CCCB, un lugar al que soy asidua. Me sorprendió ver a tanta gente haciendo cola para oir lo que tenían que decir Teju Cole y Enrique Vila-Matas respecto a la novela. Me preguntaba si venían por Teju o por Enrique y también por eso de la novela errante, un concepto que a mi modo de ver tenía más que ver con algo móvil que estático, ¿pero una novela podía estar en movimiento?
El diálogo comenzó un poco más tarde de las ocho y tuvo una duración de una hora y media lleno de dudas respecto al turno de palabra, un ¿ahora voy yo o tú? y de risas gracias a las intervenciones del conductor del evento Jordi Nopca y Enrique Vila-Matas que parecía encantado de conocer al escritor de una de las novelas que le habían marcado más en estos últimos años.
Teju Cole nos habló del concepto de walking novels del cual es un fiel ejemplo Open City. Según él, al andar no solo se adquiere movimiento sino también experiencia sobre todo si uno puede pasear por distintas ciudades como es su caso. En un inicio él andaba porque no tenía dinero para ir en coche o en transporte público y convirtió eso en la cualidad de poder evadirse de la realidad, del pensamiento, de uno mismo. Andar es similar a respirar, si somos conscientes de que respiramos, deberiamos serlo también de nuestro andar. Teju Cole, como bien dice, escribe sobre el proceso de escribir y acuña la idea del consciousness in literature. Comenta que en varias entrevistas le han preguntado por el rastro de su herencia nigeriana en sus obras y él siempre comenta que no encontrarán referencias al pueblo yoruba en ellas, pero sí encontrarán las huellas de Dubliners de James Joyce. Incluso afirma que escribe en dublinés, esa es su lengua.
Le preguntan si lee poesía y si se ha atrevido alguna vez a cultivarla. En este caso su respuesta es tajante: la poesía muestro las cosas tal y como son sin maquillaje y luces que lo encumbren. La poesía lleva la palabra a lo esencial de las cosas. Por otro lado, no se ve escribiendo este tipo de literatura ya que le merece mucho respeto y no cree que pueda llegar a tan alto nivel como con sus narraciones, pero en cambio, utiliza la sensibilidad y las imágenes que le brinda la poesía para escribir prosa. Parece que para él es una herramienta más dentro de su proceso creativo al igual que el arte tiene también total influencia en él. De sus años como estudiante de historia del arte ha aprendido a describir con minuciosidad, a saber ver con ojos objetivos las cosas de cerca y a saber apreciar los detalles y matices de lo que le rodea.
Como véis, la tarde del pasado jueves fue todo un paseo literario y diría también un descubrimiento para mí ya que nada más finalizar el evento me dirigí a la recepción del CCCB a comprar los dos libros que tiene actualmente publicados en español: Ciudad abierta y Cada día es del ladrón. Teju Cole me ha cautivado totalmente y más aún con mis dos libros comprados y dedicados, ¿qué más puedo pedir? Una vez haya leído ambas novelas os dejaré mi crítica aquí para que podáis decidir si ha merecido la pena su compra. Sin duda os animo a que le déis una oportunidad a este fantástico escritor que tiene mucho que decir sobre las ciudades en las que vivimos y nuestra sociedad.